GRAD PROFILE: Quincy Couple and QHS Alumni own Community-Centered Business
The story was originally published in the Winter edition of the Communicator.
Karen Muñoz, who is a registered nurse, and co-owner of Love a Latte in Quincy holds a stethoscope by night and a latte cup by day. Karen has always had an entrepreneurial spirit that has driven her visions and accomplishments.
“When we had visitors at home, or sometimes if I knew family was coming, I would set up a little table with things like lemonade or Pepsi,” she said. “It was just a part of what I knew I wanted, from age 10, really.”
It was no surprise when she told her parents she wanted to open a coffee shop, but they insisted that she finish school first. Karen graduated from Quincy High School in 2014 and then got her associate in nursing from Big Bend Community College and her bachelor’s in nursing from Western Governors University. Her husband, Agustin, also earned his associate degree at Big Bend and then transitioned into the field of technology as a data center technician.
They focused on school and work, but the idea for a coffee shop was always in the back of their minds. In 2020, Agustin saw that the location of their current shop was up for rent and sent a picture of the sign to Karen. Less than three months later, they proudly opened the doors to Love a Latte, a testament to their drive and commitment.
“Although there were a lot of coffee shops popping up, I felt like the community really loved [Love a Latte] just because it was the only one that was a sit-down coffee shop here in our town,” Karen said. “We've got lots of feedback from the community about how much they love that space. It's so sweet for us to walk in there and see all sorts of people just having a good time, talking for several hours at a time. You can just see how much they enjoy the space and how much they enjoy just drinking coffee, the ambience, meeting up with friends they haven't seen in a long time.”
Her time studying in coffee shops with her classmates during nursing school inspired her to make Love a Latte student friendly. She even added a quiet room with whiteboards for students to study.
“I just loved that it was a space that we could go in, study and have a good time. It was just a safe space,” she said. “Nursing school was very difficult. It was like I had no free time whatsoever. It was crazy. My family were my nursing buddies because I was always with them. Now it's just so sweet to see other nursing students in there on a weekly basis using that space.”
Even while launching their own business, Karen and Agustin continued working full time. Today, Love a Latte has a team of five employees.
“In the beginning it was rough because I was working my full-time job as the night shift nurse here in Quincy at the hospital, and then in the mornings I would go work [at Love a Latte],” Karen said. “It was like working two full time jobs until we were able to sit back a little and allow the employees to take over to cover those hours. Although it was hard, it was like it was a happy hard. I was just so excited about being there.”
Karen and Agustin both attended school in Quincy and had experiences that helped lay the foundation of local pride and achievement.
“I don't know what high school is like now, but it was just such a good experience for me, and I feel like for most people it was just such a safe place, and it was fun,” Karen said. “I just saw a place where everybody was encouraged to do better, and I love that.”
Agustin remembers the mentorship he received from his high school counselor and soccer coach, Arturo Guerrero.
“I wasn't even trying to go to college my senior year, but he really encouraged me and pushed me to go to college,” he said. “I feel like if it wasn't for him, I wouldn't have done anything productive after high school.”
Now, Karen and Agustin get to raise their own daughter in Quincy.
“I'm excited for my daughter to grow up here. It's a great town to raise kids,” Karen said. “I grew up here and I'm excited, because I think she’ll love it too.”
Both have advice for current students in Quincy. Agustin said he values education more than ever now, and that students should “go to college right away” before life gets in the way. He also encourages them to keep the people in their life close.
“Don't isolate yourself,” he said. “Sometimes you withdraw from your parents, your siblings, or even your friends or teachers, and I would say they're the most important people in your life. They help you get you through tough times and they motivate you to go to school or to get a job.”
“If you don’t create connections, you don't know what else is out there, what opportunities are out there to help you, or what advice someone can give you about something that they've been through,” Karen added.
For both, their college degrees, careers, and their successful business are proof that hard work, a dream, and determination can pay off.
“Whatever dream you have, you can make it happen, you just have to put the effort in,” Karen said. “There are a lot of opportunities out there. It just requires a little work and effort. But really, anything you set your mind to, with effort, you can do it.”
Pareja y ex-alumnos de Quincy son los dueños de un negocio centrado en la comunidad
Karen Muñoz, enfermera y co-dueña de Love a Latte en Quincy siempre tuvo un talento emprendedor
“Cuando había visitas en la casa, o a veces si me enteraba que venían visitas, armaba una mesita con cosas como limonada o Pepsi,” dijo Muñoz. “Era simplemente parte de lo que yo sabía que yo quería, desde que tenía 10 años, de veras.”
No fue una sorpresa cuando le dijo a sus padres que ella quería abrir una cafetería, pero ellos insistieron que tenía que terminar sus estudios de la preparatoria primero. Karen se graduó de la Escuela Preparatoria de Quincy en el año 2014, y luego consiguió su título asociado en enfermería en el Colegio Comunitario Big Bend, y su bachiller en enfermería en la Universidad Western Governors. Su esposo, Agustín consiguió su título asociado en el Colegio Comunitario de Big Bend también, y comenzó a trabajar como técnico en un centro de datos.
Se preocuparon primordialmente en sus estudios y su trabajo, pero la idea de abrir una cafetería siempre se mantuvo en sus mentes. En el año 2020, Agustín se enteró que su actual ubicación estaba disponible para la renta, y envió una foto del letrero a Karen. Menos de tres meses después, abrieron Love a Latte.
“Siento que a pesar de que habían muchas cafeterías abriendo sus puertas, siento que la comunidad realmente se enamoró [de Love a Latte] simplemente porque era la única cafetería con espacio para sentarse en nuestra ciudad,” dijo Karen. “Hemos recibido muchas reacciones de parte de la comunidad diciéndonos lo mucho que les gusta nuestro local. Es tan lindo para nosotros el poder entrar y ver a todo tipo de gente pasándola bien, hablando por horas. Se puede ver lo mucho que disfrutan el lugar y lo mucho que disfrutan tomarse un café, el ambiente, el juntarse con amigos que no han visto en mucho tiempo.”
El tiempo que ella pasó estudiando en cafeterías con sus compañeros de clase durante su época en la escuela de enfermería la inspiró a convertir a Love a Latte en un espacio acogedor para los estudiantes. Ella incluso agregó una habitación silenciosa con pizarrones para que los estudiantes estudien.
“Simplemente me encantó ver que era un local al que podíamos entrar, estudiar y pasarlo bien. Sencillamente era un espacio seguro,” dijo ella. “La escuela de enfermería fue muy difícil. Me hizo sentir que no tenía nada de tiempo libre en absoluto, era una locura. Mis amigos de enfermería se convirtieron en mi familia, porque pasaba todo el tiempo con ellos. Ahora es muy lindo ver a otros estudiantes de enfermería semanalmente usando ese espacio.”
Incluso durante los primeros días del negocio, Karen y Agustín continuaron trabajando jornadas de tiempo completo. Hoy en día, Love a Latte tiene cinco empleados.
“Al principio fue muy difícil, porque yo estaba trabajando tiempo completo como enfermera de la jornada nocturna aquí en el hospital de Quincy, y después en la mañana me iba a trabajar [a Love a Latte],” Karen dijo. “Sentía como si tuviera dos trabajos de tiempo completo por un tiempo, hasta que tuvimos la posibilidad de relajarnos un poco y dejar que los empleados se hicieran cargo de esas horas. Aunque fue muy difícil, fue una etapa difícil pero feliz. Yo estaba tan feliz de estar ahí.”
Ambos Karen y Agustín fueron a la escuela en Quincy
“No sé cómo es la preparatoria hoy en día, pero fue una experiencia muy buena para mí, y siento que para la mayoría de la gente fue un lugar muy seguro, y entretenido,” dijo Karen. “Yo me encontré con un lugar donde se alentaba a todos a progresar y mejorar, y eso me encanta.”
Agustín recuerda la tutoría que recibió por parte de su consejero de preparatoria y entrenador de fútbol asociado, Arturo Guerrero.
“Ni siquiera estaba intentando ir a la universidad durante mi último año de preparatoria, pero él me alentó y me impulsó para que fuera a la universidad,” dijo Agustín. “Yo siento que si no hubiese sido por él, no hubiese hecho nada productivo después de la preparatoria.”
Hoy en día, Karen y Agustín tienen la oportunidad de criar a su propia hija en Quincy.
“Me siento feliz de que mi hija crezca aquí. Es una gran ciudad para criar niños,” Karen dijo. “Yo me crié aquí y me siento feliz porque creo que a ella le va a gustar también.”
Ambos tienen consejos para los estudiantes actuales de Quincy. Agustín dice que él valoriza la educación más que nunca ahora, y que los estudiantes deberían “ir a la universidad inmediatamente” antes de que la vida se les cruce en el camino. También los alienta a mantener cerca a la gente importante en sus vidas.
“No se aislen,” dijo Agustín. “A veces uno se aleja de sus padres, de sus hermanos o incluso de sus amigos y profesores, y yo diría que son la gente más importante en la vida. Te ayudan a superar los momentos duros y te motivan a ir a estudiar o a conseguir un empleo.”
“Si uno no crea esas conexiones, uno no sabe lo que se pierde, uno no sabe nada de las oportunidades disponibles para recibir ayuda, o qué consejo alguien nos puede dar acerca de algo que han superado,” dijo Karen.
Para ambos, sus títulos universitarios y su negocio demuestran que el trabajo duro tiene su recompensa.”
“Cualquiera que sea su sueño, usted lo puede convertir en realidad, tan solo tienen que esforzarse,” dijo Karen. “Hay muchas oportunidades disponibles. Requiere un poquito de esfuerzo y trabajo. Pero de veras, cualquier cosa que usted quiera lograr, con esfuerzo usted lo puede hacer.”